BERLÍN. Por la huella del Muro
La conferencia de Yalta sentenció al territorio alemán a su división, una parte sería administrada por la Unión Soviética y la otra, por Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia, todos componentes de los Aliados, los vencedores de la II Guerra Mundial. Berlín también quedó dividido de la misma forma, el Este para los soviéticos y el Oeste para el resto, quedando este último territorio como una isla capitalista en zona comunista.
El 13 de agosto de 1961 los
berlineses se despertaron con alambradas de pinchos y ladrillos en sus calles,
ya que los dirigentes de la República Democrática Alemana, el territorio de la
órbita soviética, habían decidido crear un muro para evitar el goteo constante
de personas, que huían de la República Democrática a la República Federal,
buscando la libertad y las oportunidades de occidente. Familias y amigos
quedaron separados por un muro de hormigón, en su parte occidental y en la
oriental, además, por fosos, alambradas de pinchos y torres de vigilancia.
Con los vientos de la Perestroika,
después de veintiocho años y ciento cuarenta personas muertas en el intento de
pasar a Berlín Oeste, la noche del 9 de noviembre de 1989 las puertas del Muro
se abrieron y empezó a caer, un acontecimiento televisado en el que pudimos ver
la inmensa alegría de los berlineses del este. El 3 de octubre de 1990 desapareció
la República Democrática de Alemania y se proclamó la reunificación de
Alemania.
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La noche del 9 de noviembre de 1989 seguro que
pasó más de un germano oriental en trabanat por el Checkpoint Charlie, un punto fronterizo en el Muro que fue testigo
de la reunión “amiga” de tanques soviéticos y americanos en octubre de 1961, en
la que la diplomacia evitó una tercera guerra mundial. El Checkpoint Charlie que
podemos ver hoy es una réplica del
original, está ubicado en Friedrichstrasse y es un lugar muy concurrido por
turistas y viajeros.
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De los ciento cincuenta y cinco
kilómetros de Muro, cuarenta y tres discurrían por la propia ciudad y cortaban
ciento noventa y tres calles. Se conservan cerca de kilómetro y medio, salvados
del derrumbe como prueba de la división de Berlín. En Niederkirchnerstrasse
podemos ver doscientos metros, en la exposición llamada Topografía del Terror y
en la East Side Gallery, cerca de
mil trescientos metros.
East Side Gallery es un trozo de
muro junto al río Spree, que fue pintado por artistas de todo el mundo. Son
ciento un murales pintados en 1990 y que han sido restaurados, teniendo en
común la temática los veintiocho años de incomunicación de los berlineses.
Quizá, uno de los más
significativos es en el que podemos ver un trabanat, el coche símbolo de la
Alemania oriental, atravesando el muro, llevando en la matrícula la fecha de su
caída y el más buscado para fotografiar, el del beso de Breshenv y Honnecker, dirigentes
de la Unión Soviética y la República Democrática Alemana, respectivamente.
En nuestro recorrido por las
huellas del Muro nos habremos acercado a la reciente historia de Europa, a un
época en la que un estado construyó un muro, del que en su recorrido occidental,
solo ochenta y ocho kilómetros eran de hormigón, el resto era una valla
electrificada y tenía la finalidad de evitar que salieran sus nacionales, a
diferencia de los que se construyen hoy en día, que son para evitar que entren
extranjeros.
Cómo llegar: la línea seis del
metro (U-Bahn) tiene parada en la estación de Kochstrasse, cerca del Checkpoint
Charlie y Topografía del Terror. East Side Gallery está a diez minutos caminado
de la Ostbahnhof, donde tienen parada trenes de cercanías (S-Bahn), procedentes
de Alexanderplatz.
Fotografías y vídeo de J. Cintas:
1. Beso de Breshenv y Honnecker en East Side
Gallery.
2. Niederkirchnerstrasse.
3. Friedrichstrasse.
4. Checkpoint Charlie.
5. East Side Gallery.
6. Murales en East Side Gallery.
7. Señalización en el pavimento por donde pasaba
el Muro.
8. Trabanat.
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