NÚREMBERG. Ciudad imperial, de congresos y de la justicia universal
En un paseo por la ciudad alemana de Núremberg
descubriremos su pasado imperial, como ciudad privilegiada del Sacro Imperio
Germánico, el lugar donde, el hombre bajito del bigote, mandó construir una
tribuna para dar sus mítines, en los congresos del partido nazi y una tribuna,
la de la sala 600 de los juzgados, donde se sentaron los nazis acusados por
crímenes a la Humanidad, en los Juicios de Núremberg.
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El centro histórico de la ciudad bávara, muy
castigado por los bombardeos de la II Guerra Mundial, está delimitado por una
muralla, que tiene en la plaza de la Estación Central de ferrocarril
(Bahnhofs-platz) una puerta, llamada del Rey, que da acceso a la calle peatonal Köning
y nos conduce al Castillo de Núremberg.
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La Iglesia de San Lorenzo será nuestra primera
parada, construida en 1250 y reconstruida en 1952. Después de pasar el pequeño río Regnitz,
la Köningstrasse nos lleva a la plaza del Mercado que durante el mes de
diciembre alberga el famoso mercado navideño y que identificaremos por la
Fuente Hermosa y la Iglesia de Nuestra Señora.
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Dejando atrás la plaza del Mercado, en nuestra
dirección al castillo, pasaremos por la parte trasera de la Iglesia de San Sebaldo, una iglesia
reconstruida en 1957. Quizá sea el momento de reponer fuerzas para la subida al
castillo. La gastronomía nuremburguesa nos ofrece unas pequeñas salchichas asadas,
llamadas rostbratwurst, las podremos encontrar en Bratwursthäusle, junto a la
parte trasera de la Iglesia de San Sebaldo, o en frente, en Bratwurst Röslein,
el restaurante de salchichas más grande de Núremberg.
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El Castillo Imperial fue morada ocasional de
emperadores del Sacro Imperio Germánico. La visita al palacio y al museo es de
pago, pero el exterior se puede recorrer gratuitamente. Una parada obligatoria son los jardines de
Maria Sibyla Merian, para contemplar la ciudad de Núremberg, las torres de sus
iglesias y una construcción de los delirios de grandeza del nazismo, el inacabado
Kongresshalle. Para conocerlo debemos desplazarnos al sur de la ciudad, al lago
Dutzendteich, para ello volveremos al
punto de inicio de nuestro recorrido, la Bahnfofs-plaz y cogeremos el tranvía
número nueve con destino Doku-Zemtrum.
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En 1933 Hitler declaró Núremberg como “Ciudad de los
congresos del Partido” y el lugar elegido para celebrarlos fue la zona verde
alrededor del lago Dutzendteich. El Campo Zeppelin, con gradas de madera, se
utilizó en el Congreso de la Victoria de 1933. Para el Congreso del Trabajo,
del año 1937, el Campo Zeppelin ya tenía gradas de hormigón y estaba presidido
por una tribuna desde la cual Hitler se dirigía a la multitud en los discursos
de inauguración y clausura de los congresos. El Zeppelin tenía cabida para ochenta
mil espectadores en sus gradas.
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Hoy podemos visitar el Campo Zeppelin y su tribuna, así
como parte del inacabado Kongresshalle, una megaconstrución inspirada en un
coliseo romano, iniciada en 1935 para albergar en su interior a cincuenta mil
espectadores. En su ala norte está el Centro de Documentación, previo pago de
entrada, podemos ver la exposición permanente “Fascinación y Violencia”. Si en este
centro podemos hacer un recorrido por la dictadura nazi, en el Memorium de los
Procesos de Núremberg nos acercaremos al proceso contra los principales
criminales del régimen nacionalsocialista.
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Para llegar al Palacio de Justicia, situado en
Fürther Strasse, debemos volver a Bahnhofs-platz y coger el metro de la línea uno
(U1), dirección Hardhöhe, bajando en Bärenschanze. En su ala este podemos
visitar, pagando la entrada, el Memorium de los Procesos de Núremberg y la Sala
600, lugar donde se desarrollaron, del 20 de noviembre de 1945 al 1 de octubre
de 1946, las sesiones del Tribunal Militar Internacional, conocido como los
Juicios de Núremberg.
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El tribunal dictó tres sentencias absolutorias, doce
sentencias a pena de muerte y siete sentencias a cadena perpetua, declarando criminal al
Cuerpo de Mando Político del Partido Nacionalsocialista Alemán de los
Trabajadores (NSDAP), a la SS, la Gestapo y al Servicio Secreto de Seguridad.
No podemos abandonar Núremberg sin visitar la calle
de los Derechos Humanos, una calle por la que se accede al Museo Germánico. En
ella, con veintinueve columnas de cemento y una placa en el suelo, se recuerdan
los treinta artículos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en
treinta idiomas distintos. El artículo treinta, en una placa en el suelo, lo
encontraremos en español.
Núremberg, con la inauguración de esta calle, obra
de un israelita, y en judeo-alemán (yiddisch), nos recuerda que todos los seres
humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos.
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Cómo llegar: clicar aquí para ver web del Aeropuerto de Núremberg . La
línea dos de metro (U-2) nos lleva desde la terminal del aeropuerto al centro
de la ciudad, a la Bahnfofs-plaz.
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Fotografías de J. Cintas:
1.
Castillo de Núremberg.
2.
Río Regnitz.
3.
Iglesia de Nuestra Señora.
4.
Salchichas de Núremberg –rostbratwurst-.
5.
Castillo.
6.
Lago Dutzendteich y Kongresshalle.
7.
Tribuna del Campo Zeppelin.
8. Palacio de Justicia, sala 600.
9. Calle de los Derechos Humanos.
10.Quiosco de Bretzel en la Bahnhofs-platz
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