ORENSE. Por tierras de aguas frías y calientes
La provincia de Orense pertenece a la Galicia del interior, pero el agua está muy presente con el río Miño y el Sil, con su cañón en la Ribera Sacra y en su capital, con sus aguas termales.
En pleno centro de la ciudad de
Orense encontraremos unos manantiales de aguas calientes, de sus fuentes brota el
agua a más de 60ºC. En los jardines de las Burgas encontramos las fuentes,
siendo un punto de partida para recorrer su casco histórico, donde destaca su
plaza Mayor, con sus soportales y el
edifico consistorial, la plaza del Hierro y su fuente barroca y la Catedral de
San Martín, con su Pórtico del Paraíso.
El río más largo de Galicia, que
nace en la provincia de Lugo, recorre la de Orense y termina su recorrido en la
provincia de Pontevedra, vertiendo sus aguas al Atlántico. Atraviesa la capital
provincial y los orensanos lo cruzan por varios puentes, unos de hormigón, como
el puente del Milenio, inaugurado en 2001 y otros de piedra, como el puente
Viejo o Mayor, de origen romano y reconstruido en el siglo XVII.
Desde el centro histórico, cruzando
el río Miño por el puente del Milenio, llegamos al Paseo Termal, un recorrido
de tres kilómetros por la margen derecha del río, en el que encontraremos
varias zonas de aguas termales, con pequeñas piscinas al aire libre.
Si ya hemos descubierto el agua
caliente de Orense, podemos tomar dirección para conocer un imprescindible de
nuestra visita a la provincia, el Cañón del Sil.
El río Sil nace en la provincia de
León y termina su recorrido vertiendo sus aguas en el río Miño por una
garganta, conocida como Cañón del Sil.
Si nuestro objetivo es tomar un
catamarán para recorrer el cañón, tomaremos dirección a la Ribeira Sacra
orensana. Cerca de treinta kilómetros separan Orense del embarcadero de Santo
Estevo. Luintra puede ser nuestra primera parada, un pequeño pueblo donde
podemos reponer fuerzas, yo las repuse en el O Campanario, un restaurante de
cocina tradicional donde con las raciones de su menú pueden comer dos personas.
Nuestra ruta discurre entre robles
y castaños, por una comarca que debe su nombre al mundo celta. De Rovoyra
Sacra, que significa roble sagrado, ha llegado a nuestros días como Ribeira
Sacra, que designa a una comarca que comparte municipios de las provincias de
Orense y Lugo y en la que abundan los monasterios.
Mi segunda parada fue en el
Monasterio de San Esteban de Ribas del Sil, hoy convertido en parador de
turismo y donde se permite la entrada para contemplar sus tres claustros.
A lo largo del cañón existen varios
miradores para admirarlo desde lo alto, me detuve en el mirador de Cabezoá y
pude inmortalizar con mi cámara unas bonitas vistas del curso del Sil.
En el embarcadero de Santo Estevo
tomé el catamarán para navegar por el río, en esta parte es navegable gracias a
la presa que retiene sus aguas. Un recorrido de algo menos de hora y media para
admirar el cañón desde el agua, agua que delimita las provincias de Lugo y
Orense y que nos descubre la viticultura heroica, viñedos dispuestos en
terrazas y con difícil acceso, en la parte lucense del cañón, donde el
microclima es más favorable para la uva.
Y qué mejor forma para emprender la
vuelta al embarcadero, que con un vaso de vino de la Denominación de Origen
Ribeira Sacra y un trozo de empanada gallega.
Cómo llegar: los trenes de alta
velocidad de Renfe conectan la estación Madrid-Chamartín con Orense en dos
horas y quince minutos.
Fotografías y vídeo de J. Cintas:
1.
Cañón del Sil.
2.
Orense.
3.
Puente Romano de Orense.
4.
Monasterio de San Esteban de Ribas del Sil.
5.
Monasterio de San Esteban de Ribas del Sil.
6.
Cañón del Sil.
7.
Río Sil.
8.
Viticultura heroica.
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