TOLEDO. Emperatriz de Europa, Roma segunda y corazón de España
En un cerro y casi rodeada por el río Tajo se encuentra la Ciudad Imperial de Toledo, llamada así por haber sido sede principal de la corte de Carlos I. Antes fue la capital hispana del Reino Visigodo y hoy es capital de la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha, albergando en el Palacio de Fuensalida la Presidencia, y en el Convento de San Gil, el parlamento autonómico.
Toledo merece ser contemplada desde
la distancia y desde las alturas. Para la primera opción tenemos el Mirador del
Valle, situado en la carretera que nos lleva a la ermita de la Virgen del Valle,
en la margen izquierda del río Tajo. El mirador nos ofrece una vista
inmejorable de la ciudad, vemos cómo ha ido escalando el cerro y, sobre sus
tejados, sobresalen dos construcciones, la catedral y el Alcázar.
Para verla desde las alturas
tenemos, en el mismo centro histórico, la Iglesia de San Idelfonso, también conocida
como de los Jesuitas. Previo pago de entrada, podemos subir a sus torres, desde
las que veremos algún cigarral en la margen izquierda del río y los tejados toledanos,
sobresaliendo la catedral y el Alcázar.
Toledo es conocida por ser la ciudad
de las tres culturas: cristiana, judía y musulmana, prueba de ello son los
innumerables monumentos que lo atestiguan.
La Ermita de la Luz es el monumento
en pie más antiguo, es una antigua mezquita construida en el año 999, que
pertenece al Toledo islámico.
La Santa Iglesia Catedral Primada se empezó a construir en 1226, sobre los cimientos de la catedral visigoda del siglo VI, que fue utilizada como mezquita. La católica catedral se terminó en tiempos de los Reyes Católicos. Alberga la Custodia, una joya de la cristiandad de oro y plata, que recorre las calles toledanas durante el Corpus Christi.
Para visitar la catedral hay que
pasar por taquilla, aunque de forma gratuita podemos acceder por la Puerta del
Reloj y visitar la Capilla de la Virgen del Sagrario, un corto recorrido que
nos permite admirar sus columnas y bóvedas.
En la judería toledana encontramos
la Sinagoga del Tránsito, con su sala de oración, con el hejal, armario donde
se guardan los rollos con los pergaminos de la Torá, la galería de mujeres y su
museo dedicado a la cultura sefardí.
Junto a la Sinagoga del Tránsito
está la Casa del Greco. El cretense Doménikos Theotokópoulos se estableció en Toledo
en 1577, apodado el Greco por su origen, el pintor terminó sus días en la ciudad.
Los domingos podemos visitar de
forma gratuita la Sinagoga del Tránsito y la Casa Museo del Greco, pero para
admirar la obra más importante del pintor cretense debemos sacar el tique en la
cercana Iglesia de Santo Tomé, allí está expuesto el cuadro “El entierro del
señor de Orgaz”.
El Alcázar se sitúa en la parte más
alta de la ciudad, hoy alberga el Museo del Ejército y la Biblioteca de
Castilla-La Mancha. En época musulmana ejerció de alcazaba y, con Carlos I,
toma la forma que conocemos hoy, pero el edificio que vemos es fruto de la
reconstrucción que se produjo después de la Guerra Civil. Entre el 21 de julio
y el 27 de septiembre del funesto año de 1936, el General Moscardó contuvo el
asedio de las tropas republicanas al Alcázar, que en ese año albergaba la
Academia de Infantería.
La plaza de Zocodover es un punto
de encuentro de toledanos y visitantes, desde ella parte la calle Comercio,
conocida como Ancha, calle comercial que nos lleva hasta la catedral.
En esta calle encontraremos algún
local para degustar las carcamusas, un guiso de carne toledano, yo lo comí en
la Abadía, un restaurante ubicado en una casa del siglo XVI, donde sus mesas
están dispuestas en las cuevas y aljibes de la casa, y con baños del siglo XXI.
En las afueras, a tan solo once
kilómetros, encontraremos un nuevo aliciente para sumar a nuestra visita a Toledo,
es Puy du Fou, un parque dedicado a la historia de España, donde es
representada en varios espectáculos, sobresaliendo el nocturno, denominado “El
Sueño de Toledo”.
Después de conocer la ciudad
podremos decidir si compartimos la opinión que tenía Tirso de Molina, que la
encumbró como Emperatriz de Europa, Roma segunda y corazón de España, como
recoge en su obra “Cigarrales de Toledo”, publicada en 1624.
Cómo llegar: cerca de ochenta y
ocho kilómetros separan Toledo del Aeropuerto de Madrid y los trenes AVANT de
Renfe, tardan en llegar media hora, desde Madrid-Puerta de Atocha.
Fotografías y vídeos de J. Cintas:
1.
Vista desde el mirador del Valle.
2.
Vista desde la Iglesia de San Idelfonso.
3.
Catedral.
4.
Catedral.
5.
Puerta del Reloj.
6.
Interior de la catedral.
7.
Casa del Greco.
8.
Cuadro “El entierro del señor de Orgaz”.
9.
El Alcázar.
10.El
Alcázar.
11.Patio
de El Alcázar.
12.Rincón
toledano.
13.El Alcázar.
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