BUCAREST. Capital de Rumanía
Situada en el sureste del país, con forma de pez y al sur de los Montes Cárpatos, la ciudad acoge a casi dos millones de almas. Bucarestinos que todavía tienen presente su pasado comunista y a su último valedor, Nicolae Ceausescu, con sus megaconstruciones del Palacio del Parlamento y el Centro Cívico.
La plaza de la Universidad es el
centro geográfico de Bucarest y, muy cerca de ella, en el parque de San Jorge,
se encuentra el monumento al kilómetro cero de las carreteras rumanas. En el mismo
parque está la Iglesia de San Jorge, perteneciente a la iglesia ortodoxa rumana.
En su visita veremos los frescos e iconos que veneran, así como la costumbre de
escribir el nombre de un ser querido en un papel y entregárselo al pope, junto
con un donativo, para que lo lea y bendiga.
Cruzando el bulevar Ion C. Bratianu,
dejando atrás la Iglesia de San Jorge, por la plaza de Roma, accedemos al
centro histórico, que tiene una asignatura pendiente, la rehabilitación de sus
casas. En el casco antiguo encontraremos
la librería Cârturesti, de visita obligatoria, y el Monasterio Stravropoleos,
con su pequeña iglesia ortodoxa y su toaca, utilizada para llamar a la oración.
Caru Cu Bere es el restaurante más antiguo de Bucarest, situado muy cerca del
Monasterio Stravropoleos, es parada obligatoria para degustar la gastronomía
rumana.
De la carta rumana de Caru Cu Bere
pedí mici, rollos de carne hechos a la parrilla y sarmale, rollitos de carne
envueltos en hojas de col, acompañados de polenta y, para beber, cerveza
nacional, como no podía ser de otro modo, ya que el local fue una antigua
cervecería, como nos delata la traducción de su nombre: carro con cerveza.
El pasaje Macca Villacrosse
comunica el centro histórico con la calle Victoria, está muy animado con los
numerosos locales para fumar con cachimba, de igual forma, animado, encontré el
casco antiguo en las tardes de junio, con numerosos locales con terraza y
alguno, singular, como el Gran Café Van Gogh.
La calle Victoria nos lleva al
pasado monárquico de Rumanía. Con la independencia del imperio otomano,
Valaquia y Moldavia formaron el Principado de Rumanía, designando a Bucarest como
capital del principiado, convertido en reino en 1881, bajo la tutela del
príncipe alemán Carlos I.
Carlos I se propuso transformar la
ciudad, con una fuerte influencia oriental, en una capital moderna y
occidental. En torno a la calle Victoria se construyeron numerosos edificios de
inspiración parisina, convirtiendo a Bucarest en la pequeña París del este.
Si la Gran Guerra conformó la Gran
Rumanía, la Segunda Guerra Mundial la llevó a la órbita soviética. El comunismo
estuvo presente hasta la Revolución Rumana de 1989, acaecida al amparo de la
caída el Muro de Berlín. Mil ciento cuatro muertos y el ajusticiamiento del
presidente comunista, Nicolae Ceausescu y la viceprimera ministra, su esposa,
Elena Ceausescu, fue el coste en vidas de la revolución.
El edificio del Parlamento se debe
a la megalomanía de Ceausescu, se inició su construcción en 1985, hoy alberga
las dos cámaras del poder legislativo de Rumanía y se posiciona como el segundo
edificio administrativo más grande, después del Pentágono estadounidense. Para la
construcción del Parlamento, conocida inicialmente como la Casa del Pueblo, y
el Centro Cívico, un barrio de edificios simétricos alrededor del bulevar
Unirii, para uso y disfrute de la élite comunista, fue necesario desplazar a
más de cuarenta mil bucarestinos y conllevó la demolición de numerosos
edificios, entre ellos iglesias y monasterios.
El bulevar Unirii, que parte del
Parlamento, nos lleva a la plaza homónima, con numerosas fuentes y la más
grande de la ciudad. Desde esta plaza podemos reflexionar sobre cómo los países
de la Unión Europea van a distinta velocidad, en Bucarest veremos un exceso de
vallas publicitarias por los edificios y falta de pintura en las fachadas de la
mayoría de ellos. Rumanía es miembro de la UE desde 2007, aunque no está en la
zona euro, mantiene su moneda, el leu, tampoco está en el espacio Schengen.
Bucarest es la puerta de entrada a
Rumanía y, el que haya leído la novela de Bram Stoker, o visto las películas
basadas en su novela, seguro que tiene como destino Bran. Qué agradecidos deben
estar los rumanos al escritor irlandés y al príncipe de Valaquia Vlad III, el
Empalador, inspirador para Stoker de su personaje el conde Drácula.
Para visitar el Castillo de Drácula
debemos desplazarnos a la región de Transilvania. Cerca de ciento noventa kilómetros
separan Bucarest de Bran, localidad donde se encuentra el castillo, distancia
que posibilita la ida y vuelta en el día. Lo más práctico es contratar una
excursión, así lo hice y pude añadir las visitas del Palacio de Peles y el
centro histórico de la ciudad Brasov.
La primera parada es en Sinaia, una
pequeña ciudad dedicada al turismo de montaña y que alberga el Palacio de
Peles, también conocido como castillo. En 1873 se inició su construcción por
orden del primer rey de Rumanía, Carlos I, como residencia de verano de la
familia real. Para su visita hay que pasar por caja y pagar cincuenta leus,
aproximadamente diez euros.
Brasov es la segunda ciudad en
población de Transilvania, después de su capital, Cluj-Napoca. El centro
histórico está a los pies del monte cárpato de Tâmpa, con su letrero
hollywoodiano de Brasov, y destaca su Iglesia Negra y la plaza Sfatului, de la
que parte la peatonalizada calle Republicii, con numerosos restaurantes con
terraza, para reponer fuerzas.
El Castillo de Bran, a treinta
kilómetros de Brasov, es nuestra última parada. Ahí no tuvo su morada Vlad III,
aunque es conocido como el Castillo de Drácula. Vlad III nació y fue príncipe
de Valaquia, como lo fue su padre Vlad II Dracul, en el siglo XV. Tenía la
costumbre de empalar a sus enemigos y, según cuentan, mojaba migas de pan en la
sangre de los empalados.
Después de pagar cincuenta y cinco
leu y visitar el castillo con numerosa compañía, es uno de los monumentos más
visitados del país, emprendemos la vuelta hacia la capital de Rumanía, Bucarest,
que no Budapest.
Cómo
llegar: al Aeropuerto de Bucarest–Henri Coanda, situado en el municipio
de Otopeni, llegan vuelos desde varias ciudades españolas como Alicante,
Barcelona y Madrid. Clicar aquí para ver destinos. El autobús de la línea 783 recorre los veinte
kilómetros que separan el aeropuerto de la plaza Unirii, con varias paradas
intermedias, por el módico precio de 3 leus y admite pago con tarjeta de
crédito.
Fotografías y vídeos de J. Cintas:
1. Parlamento.
2. Iglesia de San Jorge.
3. Iglesia de San Jorge.
4. Librería Cârturesti.
5. Monasterio Stravropoleos.
6. Mici y Sarmale de Caru Cu Bere.
7. Calle Victoria –Banco CEC-.
8. Calle Victoria –Museo de Historia Nacional-
9. Bulevar Unirii.
10.Centro Cívico.
11.Plaza Unirii.
12.Edificio de 1926.
13.Castillo de Bran.
14.Castillo de Peles.
15.Castillo de Bran.
16.Castillo de Bran.
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