ALBARRACÍN. Un pueblo monocromático
En una hoz del río Guadalaviar se encuentra el pueblo turolense de Albarracín. Sus casas lucidas con yeso rojizo le confieren a su arquitectura una singularidad que, en conjunto con su patrimonio, le han llevado a pertenecer a la asociación de Los Pueblos Más Bonitos de España.
Albarracín
tiene un pasado sarraceno, origen de su toponimia, ya que en ella se estableció
una familia de origen bereber del norte de África, Banu Razín, pero también medieval, puesto que en 1300 se incorpora al
Reino de Aragón. Un pasado que ha configurado un trazado irregular y nos ha
legado un importante patrimonio arquitectónico.
La plaza
Mayor es el centro del pueblo, en ella está el Ayuntamiento y la casa con el
balcón esquinado. Junto a la Catedral, una construcción del siglo XVI, erigida
sobre una mezquita, encontramos un mirador sobre el río Guadalaviar con vistas
a la muralla.
El color
rodeno de sus fachadas se lo proporciona el yeso rojizo, un material que
extraen de canteras locales y que debe su color a su contenido en hierro. Solo
una casa rompe el monocromátismo de Albarracín, la Casa de los Navarros de
Arzuriaga, de color azul, situada en la calle Azagra.
La Casa de
la Julianeta es la más fotografiada, una casa modesta construida en el siglo
XIV, famosa en los años setenta del siglo pasado, porque aparecía en los
pósteres del Ministerio de Turismo para promocionar España en el mundo. Está
situada junto al Portal de Molina, una de las cuatro puertas que cerraba la
ciudad y donde encontraremos una panadería para comprar mostachones y sollapas.
Albarracín
posee muchos rincones con encanto, como el del Abanico, con sus sorprendentes
casas, la Casa Torcida, el Mirador del Cuartel, con vistas a la Catedral, y un
rincón gastronómico en la calle del Chorro.
El Rincón
del Chorro es un restaurante donde probar la gastronomía local con su menú
tradicional, compuesto de migas, un pisto tradicional de la sierra llamado
Jerigota, sopas tostadas y paletilla de cordero de Aragón. Yo lo regué con un
vino aragonés de la D.O. Somontano, la comida merece una nota alta y el coste
fue de treinta y cuatro euros por comensal.
La Casa
Museo Pérez y Toyuelo es una casa con planta noble, cuadra y bodega, llena de
enseres de época, en la que tenemos pagar para visitarla.
El parque
municipal está junto al rio, por él discurre el paseo fluvial, una ruta que
bordea el pueblo por las orillas del río Guadalaviar y tiene un mirador con
vistas al pueblo, asomándose por encima de él el castillo, la catedral y la
muralla.
La Torre
del Andador se sitúa en la zona más elevada de la población, está adosada a la
muralla y tenía que resistir las primeras embestidas de los ejércitos enemigos.
Para subir hasta la torre hay varios caminos, desde el Portal de la Molina parte uno extramuros, que
luego atraviesa la muralla por una apertura y continúa por un sendero
pedregoso. La subida nos compensará con unas vistas inmejorables de Albarracín,
uno de los pueblos más bonitos de España.
Cómo llegar: circulando por la autovía Mudéjar,
A-23, tomar la salida 124, después de un pequeño tramo por N-234 nos
incorporaremos a la A-1512, con dirección a Albarracín.
Dónde dormir: Albarracín tiene numerosos
alojamientos, pero dentro del pueblo el aparcamiento es muy escaso, por lo que
se nos plantea el problema de dónde dejar el coche. El Arabia es un hotel con
un gran aparcamiento exterior y tiene la peculiaridad de que por su tercera
planta se accede a la calle Azagra.
Fotografías y vídeo de J. Cintas:
1.
Albarracín desde la muralla.
2.
Albarracín desde el mirador de la Catedral.
3.
Plaza Mayor –balcón esquinado-.
4.
Plaza Mayor –Ayuntamiento-.
5.
Casa de los Navarros de Arzuriaga.
6.
Casa de la Julianeta.
7.
Rincón del Abanico.
8.
Vistas desde el mirador del Cuartel.
9.
Migas / Jerigota / sopas tostadas / paletilla de cordero del Rincón del Chorro.
10.Casa
Museo Pérez y Toyuelo.
11.Paseo
fluvial del río Guadalaviar.
12.Torre
del Andador y muralla.
13.Rincones
de Albarracín.
14.Muralla
iluminada.
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